Al viajar por México, encontré a una deliciosa meserita que se ponía caliente por las jugosas propinas que le daba, por lo que ella también se ponía jugosa y cachonda, y ya en mi habitación me calentaba con unas buenas mamadas, su lengüita es mágica y da los mejores guagüis, lástima que tengo que regresar a mi país, pero volveré.
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