Cuando tienes la mente libre de prejuicios se abren muchas opciones y el sexo entra en juego. En esta escena en concreto podemos ver a un heterosexual que acaba por rendirse a las peticiones de su amigo gay. Tienen ganas de pasárselo bien y no hay nada que se lo vaya a impedir.
Se suele decir que los gays son personas muy promiscuas, y aunque no queremos caer en los típicos prejuicios, lo cierto es que estos tienen todas las papeletas para demostrar al mundo entero que el sexo homosexual es igual de sano que el heterosexual, siempre y cuando se tomen las medidas oportunas, claro. Saben cómo complacerse y hacen de este una experiencia inolvidable que siempre podrán recordar con alegría en el futuro.
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