Mi compadre andaba de presumido diciendo a sus cuates que su vieja era mucha hembra junto a otras viejas, porque aparte de tener buenas chichis y nalgas, era toda una gimnasta a la hora de coger, porque sólo ella sabía hacer muy bien el “sube y baja, sube y baja”. Nosotros no le creíamos y lo retamos a que nos diera una probadita de lo decía. Ni tardo ni perezoso nos invitó a ver el culo de su vieja por la mirilla de la puerta, una vez que se la folló ¡y esto es lo que disfrutamos!
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